1.- Smartwatches. Cuesta decir “tecnología vestible”, como nos recomendaría la RAE, pero la verdad es que muchos wearables como los relojes inteligentes no han terminado de despegar. Ha habido muchos esfuerzos como la irrupción de Android Wear, la presentación del esperadísimo Apple Watch o el Samsung Gear S, que se “independiza” un poco del teléfono con su GPS, 3G y WiFi integrados. Un informe de Samsung señala que serán estas Navidades cuando se produzca el gran aumento en ventas de los wearables. Habrá que estar pendiente.
2.- Oculus Rift. La realidad virtual sigue sin encontrar más utilidad y aplicaciones que atraigan más allá de videoconsolas. La falta de material para disfrutar y de aparatos generadores de contenido le restan muchas posibilidades. Las Oculus han pasado este año sin pena ni gloria a pesar de su compra por parte de Facebook y su colaboración con Samsung, que también pretenden hacerse un hueco en este mercado.
3.- Google Glass. Leer novedades de las gafas de Google ha pasado de sonar bien a sonar como una canción de Jarabe de Palo: todas son iguales. La última es que Intel va a apostar por ellas, pero ya muchos medios especializados las definen como uno de los peores fiascos tecnológicos. Nosotros nos quedamos con la frase de Pau Donés: “Primavera que no llega...”
4.- Ultrabooks. Los grandes salvadores de la industria de los ordenadores a pesar de su gran atractivo como aparatos ligeros y potentes. Tienen cuota de mercado, pero no han sido la panacea que necesitamos. Si tuviéramos que apostar lo haríamos por algo parecido a la última Surface 3 de Microsoft... O un iPad más grande y con teclado, quizá lo que necesite Apple para reactivar el adormecido mercado de las tablets.
5.- Windows Phone. Es un gran sistema operativo que sigue sin arañar cuota de mercado a los dos grandes, iOS y Android. Cuando llegas tarde a una fiesta suele pasar que todo el mundo está en lo más alto y a ti te cuesta coger el puntillo. Quizá con el futuro Windows 10, que unificará el sistema operativo de tablets, smartphones y ordenadores, llegue la oportunidad de Microsoft.
6.- Coches inteligentes. Los sistemas operativos, interfaces y aplicaciones de los coches conectados son tan diferentes como marcas hay en el mercado. Queda un futuro prometedor en este campo, aunque ya tengamos Carplay de Apple dando guerra. Aunque, puestos a elegir, yo lo que querría sería poder estar escribiendo este artículo desde el coche de Google que se conduce solo.
7.- Bioseguridad. Los lectores de huellas incorporados a partir del iPhone 5S y otros teléfonos de gama alta todavía no han explotado todas las posibilidades que pueden ofrecer.
8.- Smart TV. Samsung y LG copan el mercado de televisores inteligentes, pero ninguna ofrece un modelo atractivo a operadoras, desarrolladores y usuarios. Sony y Philips, los terceros en discordia, van a apostar por Android TV. Pero lo que hace falta es un revulsivo para un mercado que ha avanzado únicamente por el empuje de la renovación del parqué de televisores por antigüedad, no por lo atractivo de sus propuestas
9.- Pagos móviles. Aquí repasamos lo que estaban haciendo los bancos y empresas de tarjetas de crédito para atraer a los jóvenes millenials, pero lo que realmente echamos en falta es apuesten por una forma generalizada de pagar con nuestro móvil que permita olvidarnos de la tarjeta de crédito.
10.- Google+. La red social de Google ha ido muriendo poco a poco y nos venía que ni pintada para cerrar este artículo. Pobre Google+, que ha ido de derrota en derrota... ¿Hasta la derrota final?
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