Estamos acostumbrados a ver la parte superior de los icebergs, la que está en contacto con la atmósfera. Sin embargo, el fotógrafo Alex Cornell ha captado otra imagen menos conocida: la de la parte sumergida. Lo hizo en diciembre, durante la expedición del Programa Antártico estadounidense.
La instantánea corresponde al iceberg Alley, al oeste del Mar de Weddell. Al contrario de lo que pasa con la superficie emergida, la que muestra la imagen está pulida por el continuo contacto con el líquido y es de color azul.
Cornell no ha tenido que bucear en el agua helada para disparar su cámara, le ha bastado con estar en el sitio oportuno en el momento preciso. Los grandes pedazos de hielo que surcan los mares flotan debido a la diferencia de densidad entre el agua dulce que contienen y la salada del océano sobre la que navegan.
A medida que los bloques se funden, la distribución de su peso va cambiando y este efecto puede hacer que giren completamente hasta dejar al descubierto su cara oculta, la que suele estar a la vista de los peces.
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